Entre cruzadas, oxers, anatomía equina y senderismo pasamos el día

Buenos tardes familias,

Aquí seguimos con nuestra energía habitual.

La verdad que yo hoy estuve un poco enferma así que no he podido estar todo el día con el grupo, aún así os cuento lo que han hecho y os mando algunas fotos que pude sacarles.

Como siempre el grupo que montaba en el segundo turno primero se encargó de darle de comer a las vacas, a las ponis, a Orejas la burra, a los conejos, de sacar a las cabras y a los cabritillos, de darle a Xán,  el corderito, el biberón y de abrir los gallineros para que las gallinas campen a sus anchas por nuestra granja.

Después el segundo grupo pasó a montar a caballo y veis que hoy estuve con el grupo de avanzado bastante porque me pidieron muchas fotos en los “oxer” así que les concedí el deseo.

De las mayores todas fenomenal. De las repetidoras de turno y campamento de otros años igual de bien, siguen disfrutando de cada momento.

Mencía, que es nueva en nuestros campas y llegó ayer ya está a tope, también montando a caballo fenomenal. Hoy en sus clases montó a Dumbría que le gustó mucho y lo hizo muy bien. Elena Cociña, que también es su primer año está contenta y se lleva genial con todo el grupo. Dalia, la yegua, hoy le rehusó varias veces entonces en las fotos se detecta un poco de fastidio, igual que Inés que ya me dijo “sácame enfadada en las fotos porque Dalia me ha tirado y me parece fatal” Ya les digo yo que la cuestión es que ellas tengan más genio que si no Dalia les toma el pelo. Pau que también es su primer campamento aquí y tiene 8 años, galopó y saltó (con tranquilidad como veis en la foto). Hadús hoy en clase estuvo contento pero no le apetece mucho galopar y Germán, Candela y Manuel sí que están dispuestos a galopar y saltar así que empezaron con unas cruzaditas.

Cuando acabaron las clases tuvieron sesión de anatomía ecuestre, pintaron los huesos y músculos en los propios caballos para que vean cómo se mueven y se los aprendiesen bien, que a alguna que ya hizo esta actividad antes, aún le cuesta.

Después comieron, cogieron las mochilas, las botellas y los bocatas y emprendieron la ruta a la Cascada do Rego de Guitín, en total 11,5km que merece la pena. Fueron cantando y hablando todo el tiempo, hay que reconocer que no dijeron muchas veces “cuánto falta”. A las 20h llegaron a la granja, se dieron una ducha de relax y ahora están cenando felices de la vida.

Esto es todo por ahora,

Un abrazo desde Granxa do Souto